La selección Colombia a lo largo de la historia se ha caracterizado por tener a directores técnicos del país. Es más, de los treinta y seis ciclos que ha tenido el combinado patrio nada mas podemos contar a once foráneos a cargo. De esos, solo cinco (contando el actual) son argentinos y el último en ejercer dicho cargo abandonó hace más de tres décadas. Se tiene que decir que estos han ayudado mucho al progreso de la selección colombiana, especialmente al comienzo de esta. Con la llegada de José Néstor Pekerman a la tricolor se cortan más de treinta años con adiestradores nacionales y se espera con él volver a la cita orbital tras ver los últimos tres mundiales desde la televisión.
El argentino Fernando Paternoster fue el segundo técnico del conjunto cafetero, el primer extranjero en dirigirla y también quien hizo debutar a los nuestros. Fue en los IV Juegos Centroamericanos y del Caribe en donde el plantel del Deportivo Municipal (antecesor de Millonarios) nos representó en Panamá. El calendario marcaba el 10 de febrero de 1938 y México nos dio la bienvenida con un 3-1 en contra. A continuación dos victorias para terminar con el bronce en las justas y con una experiencia positiva en nuestra primera aventura a nivel de selecciones. Trece días en el cargo duró el entrenador gaucho.
El primer título de la tricolor llegó en 1946 cuando se coronó campeón en la siguiente edición del torneo mencionado en el párrafo anterior, aunque esta vez bajo el mando del peruano José Arana Cruz. Este se desarrolló en Barranquilla y se consiguió a la medalla de oro de manera invicta derrotando a las selecciones de Curazao, Venezuela, Guatemala, Puerto Rico, Costa Rica y Panamá.
Luego vino una década en donde la selección merodeaba por las Copas América con una muy poca producción en donde su mejor posición fue un quinto lugar. Ya después de foguearse continentalmente decidió que era la hora de que el mundo entero los conociera. Suecia 58 fue el primer intento, pero quedamos fuera en las eliminatorias.
Para Chile 62 se trajo a un histórico ex - jugador como Adolfo Pedernera, quien fuera figura de Millonarios en la época del dorado. El argentino logró la misión de llevar a Colombia a su primera cita orbital aunque no con los resultados esperados en este. Unas sendas derrotas por 2-1 y 5-0 ante Uruguay y Yugoslavia (Serbia en la actualidad) respectivamente le quitaron las esperanzas al conjunto patrio, los cuales no se fueron con las manos vacías. En el último partido del grupo empató con la ya desaparecida U.R.S.S por 4-4 y logrando hasta la fecha el único gol olímpico en la historia de los mundiales por intermedio del barranquillero Marcos Coll. Además, le convirtieron cuatro goles al mítico Lev Yashin, la famosa araña negra.
Apareció una sequía futbolística hasta que en 1975, bajo el mando de Efraín “el caimán” Sánchez, se perdió la final de la Copa América ante Perú en tres partidos. Antes de Sánchez estuvo el serbio Todor Vaselinovic, quien fue al primer entrenador al que se le dio más de un año para dirigir a la selección. Posterior a este subtítulo llegó otro serbio, Blagoje Vidinic, quien para ese entonces fue el adiestrador nacional que duró más tiempo en el puesto y es uno de los que ha tenido mayor continuidad a lo largo de la historia.
Inmediatamente después trajeron a Carlos Salvador Bilardo. El argentino venia de dirigir al Deportivo Cali, a quien llevó a la final de la Copa Libertadores de 1978 y tenían la intención que fuera él quien nos clasificara España 82. El resultado fue negativo y tras esto nada mas accedieron a la selección técnicos colombianos.
En la década del 90 llego lo mejor de nuestra historia futbolística. Por un lapso de once años estuvimos en la élite. Llegamos a jugar tres mundiales consecutivos, a golear a Argentina en su casa y a ganar la Copa América. Ese último tituló sepultó esos momentos dorados, que alcanzaron a brillar otra vez de a poco en la Copa Confederaciones del 2003.
Desde entonces hemos sido una selección sin rumbo, sin ideas, sin una base y con una cabeza que cambia constantemente. Llega José Pekerman, un señor serio y correcto, que tiene una gran experiencia, tanto en selecciones mayores como juveniles. A él le encomendamos una gran camada de jugadores y un sueño. Un sueño llamado Brasil en donde, si los Mayas nos lo permiten, esperamos estar presentes en el 2014.