No sé si es que todos tenemos un espíritu maternal, nos gustan los cuentos de hadas o simplemente es un instinto humano, pero cada vez que vemos un hecho de auto superación con humildad, nos alegra, empezamos a seguir la historia y soñamos con un final feliz. El deporte no es excluyente a esto y constantemente nos encontramos con situaciones como estas, las cuales nos motivan a pegarnos al televisor y al internet para poder escrudiñar un poco más la fábula.
El último caso de esta naturaleza tiene como hábitat el básquetbol y como personaje a Jeremy Lin. El estadounidense de raíces chinas es la nueva sensación en la NBA (liga de baloncesto de Estados Unidos por sus siglas en ingles). Graduado de economía en la prestigiosa universidad de Harvard, Lin era la estrella del equipo académico, aunque esto no le valió para poder ser escogido por un equipo en el draft.
Mandó videos a todas las universidades con historia en el juego de las canastas, pero a ninguna le interesó. Harvard mostró interés, pero ellos no otorgaban becas deportivas, así que a Lin le tocó sudar la gota gorda para poder ser licenciado (Gracias, muchas gracias) y poder tener tiempo libre para practicar el deporte. Esto no le impidió seguir soñando.
Llegó la hora de la escogencia de las nuevas figuras por los equipos profesionales. Jeremy fue descartado de este evento y algunos equipos le ofrecieron realizarle unas pruebas, pero fueron finalmente los Golden State Warriors quienes le dieran un cupo pero con un salario muy bajo.
En el equipo californiano repartió unos que otros minutos en donde mostró poco y nada. En diciembre lo dejaron libre y llegó a las arcas de los New York Knicks.
En el equipo de la capital del mundo contó con un poco de suerte. Las dos súper estrellas del equipo se lesionaron al mismo tiempo, y lo que todo el mundo pensó que iba a ser una etapa negra para el equipo, fue el descubrimiento más grande de los últimos tiempos.
Este hijo de taiwaneses, que paso de vivir en el sofá de su hermano a alquilar un apartamento en un lujoso edificio de la gran manzana por 13.000 dólares mensuales, se convirtió en la estrella más mediática de la actualidad en la NBA. Su humildad y nuestro espíritu maternal ayudan a engrandecer esta historia de cenicienta, la cual, no es otro cuento chino.