Para nadie es un secreto que el deporte es salud, los médicos
recomiendan hacer deporte para mejorar problemas cardiovasculares, tener una
mejor vida, mejora la función mental, etc, etc. Un sinfín de beneficios que nos
da el deporte, especialmente el fútbol, donde se requiere un alto nivel de
actividad física. Pero si esto debería ayudar al ser humano, ¿porque es que
cada vez hay más casos de muertes y problemas al corazón en los futbolistas?
El pasado fin de semana, en el partido entre Vélez y Newell’s
Old Boys, de la primera división del fútbol argentino, el jugador Iván Bella se
desplomó inmediatamente finalizado el partido. Quedó tieso en el piso, con las
manos cruzándole el pecho, temblando, y botando espuma por la boca. En pocas
palabras, el mediocampista había sufrido un ataque epiléptico. La reacción médica
fue instantánea y fue llevado a un hospital, donde se supo que el jugador había
sufrido un traumatismo craneoencefálico, en español, un traumatismo de cráneo.
Por mi nulo conocimiento medico, me tome la tarea de
investigar el por qué de este problema, y me encontré con esto: “El traumatismo craneal se
puede producir en cualquier circunstancias en la que podamos golpearnos la
cabeza; entre las causas más frecuentes debemos destacar los accidentes de
tráfico, pero también hay que recordar las caídas fortuitas, las agresiones o las
peleas, los accidentes que tiene lugar en el trabajo, los que ocurren en el
hogar, o mientras se practica algún tipo
de deporte.”
Es decir, el deporte, en este caso el fútbol,
pudo ser (ojo, pudo ser) el causante de este mal, que de no haber sido por la rápida
reacción de los médicos de ambos clubes, más de la ambulancia presente en el
estadio, podíamos estar contando esta historia. Imagínense que este hecho hubiera
sucedido en unos equipos de tercera o cuarta división.
Pero bueno, son excepciones como las hay en todos
los casos, pero apenas vi eso, inmediatamente se me vinieron a la cabeza casos
similares de jugadores que corrieron con suerte, como Fabrice Muamba, el ex - jugador
del Tottenham que sufrió un infarto en pleno partido de fútbol, o los que lastimosamente
no contaron con tanta fortuna, como Marc-Vivien Foé, Antonio Puerta, Dani
Jarque o Miki Roqué.
Con todo esto me auto cuestiono si el deporte a
nivel profesional le hace bien a la salud, ya que para nadie es un secreto que
muchos deportistas buscan con pastillas, inyecciones y demás, mejorar su
rendimiento. También, por lo menos en fútbol, la cantidad de partidos que juega
un equipo en la actualidad es casi el doble de lo que se jugaba hace unos 30 años,
esto también ha podido a “ayudar” a que se propague este mal en los deportistas
profesionales, ya que a veces se excede en lo que el cuerpo puede dar.
A mí no me cabe ninguna duda de que el deporte
ayuda, y mucho, a la salud, pero estoy comenzando a pensar que solo ayuda a un
nivel amateur o recreativo; a nivel profesional parece es otra cuento.