martes, 29 de mayo de 2012

La mediocridad del torneo colombiano

Desde que se instauraron los nuevos torneos en el 2002, el fútbol colombiano dejó de darle el título al mejor equipo y comenzó a premiar la mediocridad. La estrategia de marketing que la Dimayor creó les sirve a los clubes para generar más ingresos pero casi que obliga a hacer la ley del menor esfuerzo.
Es cierto que el torneo colombiano siempre ha sido raro y confuso en sus sistemas, pero desde hace diez años, en busca de hacerlo más entretenido se comenzaron a jugar unos torneos cortos (dieciocho fechas más la de los cuadrangulares y final para algunos equipos) cada seis meses con un nuevo campeón. Es decir, se reparten dos estrellas por año.
¿En qué les sirve esto a los clubes?, fácil. Si su equipo va mal en un semestre, simplemente compra varios jugadores y/o cambia de técnico ya que en pocos meses va a comenzar uno nuevo. Además, la gente deja de ir (porque hay muchos "hinchas" de moda) cuando van mal, así que no hay taquilla. Con el nuevo torneo todo comienza de cero, y se emocionan con los nuevos refuerzos y empiezan a dejar dinero en las arcas.
Los técnicos siempre están al borde de la cornisa. Unos partidos con malos resultados y chao. Los procesos ya no existen, exceptuando los de Alberto Gamero en Chicó y Alexis García en La Equidad, algo verdaderamente de aplaudir.
La liga colombiana pasó de estar rankeada entre las diez mejores entre 1996-2000 a estar decimoséptima en la actualidad (superada por algunas como la chilena, paraguaya, ecuatoriana, belga o ucraniana). Esto ha "ayudado" a que los jugadores colombianos emigren a cualquier liga enseguida llegue una oferta.
Además se ha convertido, como ya dije, en un premio a la mediocridad.
De los últimos veinte campeones solo seis quedaron primeros tras las dieciocho fechas. Cuatro veces el que clasificó de octavo en la última fecha logro alzar la copa. En el 2004 América terminó líder con 42 puntos y el Junior clasificó sufriendo con 28 puntos. Los tiburones fueron campeones.
Clasificar de primero o de octavos en el balompié colombiano se premia igual. El nivel del torneo ha bajado su rendimiento, se demuestra con los resultados en las copas internacionales y en los mundiales. La culpa no es de los clubes, es de los dirigentes de los equipos y de la federación, que por solo pensar en dinero, están matando al fútbol.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Un sueño llamado Brasil


Durante esta semana salió la lista de convocados de la selección Colombia para los juegos de eliminatorias  contra Perú y Ecuador los días 3 y 10 de junio respectivamente. Muchos discutirán acerca de a quienes deberían convocar y a quienes no. Todos tendrán sus argumentos, y en la presente yo expongo los míos.

A los primeros que cuestionare es a los arqueros. Ospina es por lejos el cancerbero titular de la tricolor. Los que siembran dudas son Neco Martínez y Breiner Castillo. Desde hace mucho son fijos en las convocatorias, pero porque siempre tienen un rol de suplente. A Neco le toco jugar de titular la Copa América por la lesión de Ospina y defraudó. Los equipos de ambos están eliminados desde hace rato de los cuadrangulares, y ocupan los puestos 16° y 17°. ¿Por qué no tratar con otros como Carlos Bejarano, arquero de La Equidad, el equipo con la valla menos vencida del torneo?

Pasando al medio campo, hay alguien que no me cuadra: Abel Aguilar. Hace rato se le pasó su cuarto de hora, se quedó en el jugador de las selecciones inferiores. En este momento no quita ni pone y hay muchísimos jugadores mejores que él, como Fabián Vargas, que lleva años en el fútbol internacional y es el colombiano con más títulos. Lo de Elkin Soto si lo apoyo por su polivalencia y buen toque.

Con Alexander Mejía, por ser alguien del medio local y no tan mediático, muchos consideraran que no tiene lo necesario para la selección. Puede que el tiempo les dé la razón o no. Pero lo de Juan Fernando Quintero si es de cuestionar. Este joven de Nacional es bueno, pero no es titular en su equipo. Así que si los que están sobre él en cuadro verde son colombianos (Torres y Mosquera) y no son tenidos en cuenta, ¿porque él sí? También podrían ser llamados antes Michael Ortega, Vladimir Hernández o Yulián Mejía.

En la delantera hace rato no teníamos tantos buenos jugadores con tan buen presente. Aquí en vez de reprochar hay que alabar la incursión de Luis Fernando Muriel por su buena temporada a pesar de ser tan joven.

En fin, comienza nuevamente una ilusión comandada por un extranjero que a su mando tiene 25 guerreros que esperan poner a gritar, llorar y emocionarse a los más de 46 millones de habitantes que juntos están en busca de un sueño: Brasil 2014

martes, 15 de mayo de 2012

Un Tigre Colombiano


No hablar de Radamel Falcao García sería un insulto. Que hace unas semanas lo haya hecho en este espacio solo habla de la grandeza de sus actuaciones, de lo que significa para sus clubes, y más importante, de lo que significa para un país.

El miércoles pasado el tigre realizó una presentación espectacular que le sirvió al Atlético de Madrid para coronarse campeón de la Europa League y además erigirse como máximo goleador de la competición por segundo año consecutivo, récord del torneo. Repite el mismo título del año pasado, y aunque con distintos clubes, siguió siendo el actor protagónico de la serie.

En  “Un Tigre Anda Suelto 1”, Falcao marcó el único gol de la final de su club el Porto ante el Braga. En la secuela que se realizó un año más tarde dobló su cuota que le sirvió a su equipo para derrotar 3-0 al Athletic Bilbao y gritar campeón.

Este domingo, el niño que debutó con 13 años con los Lanceros Fair Play en la Primera B de Colombia y que, a los 14 años, le hizo su primer gol a un tal Luis Enrique “Neco” Martínez, cerró su aventura europea número tres; marcando el gol que le sirvió a su equipo para quedarse con la victoria y a él con el simbólico título de goleador de la “liga española terrenal” con 24 anotaciones (tercero detrás de los sobrenaturales Messi y Cristiano Ronaldo).

Falcao ha logrado algo que ningún otro jugador colombiano hizo, y que los registros que más se asemejan son los del Boca de Córdoba, Bermúdez y Serna, y es haber volcado un país entero a seguir de cerca, a gritar, sudar y pegarse al televisor por un equipo que es nuevo para ellos.

Antes de que el tigre llegara a Madrid no todos los Falquistas (o Falcaistas) conocían al Atleti, o de conocerlo, no hinchaban por él. Este delantero forjado en las inferiores de River volcó a muchos futboleros a seguir al equipo colchonero y pinto a un país entero de rojo y blanco.

Ahora se vienen las eliminatorias sudamericanas, y aquí es donde todos somos uno, y donde todos vamos a hacerle fuerza a él y los demás guerreros que se ponen la tricolor para llevarnos a un sueño llamado Brasil. Primero Perú y después Ecuador esperemos sean las víctimas de las garras y escuchen los rugidos de un tigre que esta encendido, un tigre colombiano.

martes, 8 de mayo de 2012

Hora de decir adiós


Juntos, como muchas veces en la selección, dos grandes defensores decidieron que era hora de despedirse de sus clubes.
Sus hinchas les rindieron un gran homenaje en las que fueron sus casas por muchos años. Hoy, yo les rindo uno pequeño a continuación.
El primero en decir adiós fue Luis Amaranto Perea. El jugador del Atlético de Madrid se convirtió en un símbolo colchonero. Fue el extranjero con más presencias en el conjunto español (314) y a pesar de ser muchas veces criticado; por su seriedad y compromiso logró mantenerse ocho años como titular en su club.
Rápido en los cierres, este paisa tuvo un comienzo futbolístico milagroso, de esos que solo pasan en las películas.
Un día un directivo del Independiente Medellín pasó por una cancha de barrio y vio un partido cualquiera. Se detuvo un rato y se percató de un joven moreno con buena altura y juego. Pocos días después se lo encontró en los alrededores del Atanasio Girardot vendiendo helados y lo invitó a probarse en las arcas rojas. Inmediatamente convenció al técnico y comenzó su carrera.
Emigró a Boca Juniors de Argentina y en una temporada ganó un torneo local, una Copa Libertadores y una Intercontinental.
Partió al ya mencionado Atlético Madrid, en donde se coronó campeón de la Supercopa de Europa y la Europa League, torneo que puede repetir en el día de mañana.
Por su parte, Iván Ramiro Córdoba se inició en el Deportivo Rionegro para luego pasar al Atlético Nacional. Un par de temporadas en el conjunto verde le ayudaron para vincularse al San Lorenzo de Almagro. Un solo año en Argentina le sirvió para que el Inter de Milán desembolsara 16 millones de euros por él.
En el Inter logró cuatro copas de Italia, cuatro supercopas italianas, cinco ligas, una liga de campeones y un mundial de clubes en los 13 años que estuvo en el conjunto italiano. Dijo adiós con una victoria ante el Milán.
Además de todo esto, Córdoba fue por muchos años el capitán de la Selección Colombia, jugó el Mundial de Francia 1998 y alzó el título de la Copa América del 2001 marcando el único gol de la final.
Dos emblemas nacionales que debido a su seriedad y compromiso han sido siempre respetados en sus clubes (son vice-capitanes), dejaron el nombre del país en alto y abrieron las puertas para otros jugadores. Unos ejemplos a seguir, y para nosotros, un privilegio haberlos visto jugar.

martes, 1 de mayo de 2012

"Vuela como mariposa, pica como una abeja"


Esta frase que ejemplificaba su forma de pelear, inmortalizó al gran Cassius Clay, o mejor conocido como Muhammad Ali. El boxeador estadounidense, considerado como uno de los mejores en toda la historia, siempre fue un personaje controvertido con momentos históricas.

Nacido el 17 de enero en 1942 en Louisville, Estados Unidos, tiene entre sus grandes logros haber sido campeón del mundo tres veces de los pesos pesados y ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma 1960.

Sus peleas contra Jon Frazier, su cambio de nombre, el paso al Islam, su negación en ir a Vietnam, posterior suspensión del boxeo, sus frases y provocaciones, son de los hechos más recordados de la faceta boxística de “El más grande de todos los tiempos”.

Pero algo que partió su historia en dos fueron sus peleas con Sonny Liston. Ali llegaba al combate contra el actual campeón con 22 años y 206 libras, mientras que delante de él iba a tener a un hombre de 32 años y 218 libras.

El retador se vio muy superior al actual monarca y le propinó muchas combinaciones de golpes que lo dejaron muy mal herido. Cuando sonó la campana del séptimo asalto Liston no se levanto. Ali era el nuevo campeón.
“Soy el mejor” y “he sacudido al mundo” fueron unas de las frases que el nuevo campeón de los pesos pesados dijo sobre el ring a los pocos segundos de saber la decisión.

Ya que fue una sorpresa el resultado, se programo otra pelea entre ambos combatientes. Se jugó un año y tres meses después y sucedió un hecho que es recordado por todos.

En el primer round Ali le conectó un golpe a Liston que lo tumbó a la lona. El árbitro le pidió al campeón que se fuera a su esquina, este no quiso irse y se quedó en frente de él pidiendo que se levantara. Esa imagen quedó inmortalizada por el fotógrafo Neil Leifer. Tiempo después fue portada de la revista Sports Illustrated en la edición de las mejores fotos del deporte en el siglo. Liston se levantó pero unos golpes después el árbitro detuvo la pelea. Ali mantuvo el título.

En 1981, un año después de su retiro, le fue diagnosticada la enfermedad de Parkinson. A pesar del notable deterioro, Ali ha peleado su batalla más dura, en la cual lleva muchos rounds, pero sigue de pie y no ve el knock-out como una posibilidad.