Este es un pequeño espacio donde todos los amantes del deporte, especialmente del fútbol, podrán encontrar increíbles historias, esas que te sorprenden ya que rozan lo absurdo y/o fantástico. También encontrarás entrevistas, resúmenes y de más historias que te quitarán unos minutos, pero de los que no te arrepentirás.
jueves, 1 de noviembre de 2012
El turbulento 1989
Ese año el fútbol colombiano vivió posiblemente el año más escandaloso de la historia de nuestro país. Copa Libertadores, clasificación mundial de Italia 90 y un asesinato que obligó a que el torneo nacional fuera cancelado.
Para entender esto hay que saber la situación que vivía el país a finales de los 80. La guerra de carteles era el pan de cada día en los periódicos y noticieros, y el fútbol no se excluyó de esto.
La primera muestra de que algo grave se venía fue un año atrás, exactamente el 1° de noviembre de 1988. Ese día el juez de línea Armando Pérez fue secuestrado para luego ser liberado 20 horas después con el siguiente mensaje: “El que pite mal, lo borramos”. Recado claro que se les envió a los árbitros, los que supuestamente estaban siendo “comprados” para pitar a favor, principalmente, de Santa Fe y América.
El torneo se inició con normalidad y hasta se logró jugar la sexta edición de la Copa Colombia, que dejó a Santa Fe como campeón y al Unión Magdalena como subcampeón. Un mes atrás, el 31 de mayo, en Bogotá, el Atlético Nacional derrotaba en penales al Olimpia de Paraguay y le daba la primera Copa Libertadores al país.
Pero cuando se estaba jugando el cuadrangular final que tenía al Ciclón Bananero como líder a falta de unas pocas fechas que le hubieran permitido bordar la segunda estrella de su escudo, sucedió lo peor.
El 15 de noviembre de 1989 jugaron Independiente Medellín y América de Cali. Los caleños ganaron 3-2 como visitantes y a los locales les anularon un gol por un supuesto fuera de lugar. Según John Jairo Velásquez, alias Popeye, mano derecha de Pablo Escobar, el ex capo de la droga tenía dinero apostado a favor de los paisas, por lo que mandó a matar al juez de línea que invalidó el gol: el cartagenero Álvaro Ortega. Una semana después el campeonato fue cancelado.
Un hecho que empañó la fiesta que se vivió el 15 de octubre, cuando Albeiro Usurriaga, años más tarde asesinado, logró marcar en Barranquilla el gol con el que Colombia le ganó el partido de ida a Israel por el repechaje del mundial de Italia 90. Quince días después, en Ramat Gan, el empate decretó el regresó de Colombia a la máxima cita orbital futbolística tras 28 años.
Definitivamente fue un año cargado de alegrías pero también de tristezas. Una época oscura del fútbol colombiano que esperemos no volvamos a repetir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario