martes, 23 de octubre de 2012

Esas cosas del fútbol colombiano


En 1976 pasó una de esas cosas de las que uno se ríe en el fútbol colombiano: una “Dimayorada”. Junior y Millonarios se peleaban por el Apertura de ese año, pero para ponerle un poco más de emoción y sorpresa, la máxima dirigencia del balompié del país decidió intervenir.

Antes que todo recordemos que hasta el 2002 no hubo dos campeones por año, para ese entonces el título del Apertura era más que todo simbólico.

Ambos equipos empataron en la punta con 39 puntos, por lo que les tocó jugar una final a ida y vuelta. En Barranquilla los tiburones fueron superiores y ganaron 4-1 el 18 de julio, perdiendo así los capitalinos un invicto de 19 fechas.

Dos días después se jugaba la vuelta en Bogotá y aquí fue donde entró la Dimayor. Veinticuatro horas antes de la revancha decidieron cambiar el reglamente hecho en enero, sin que los dos equipos entendieran bien. Antes estaba diseñado para que el campeón se decidiera por diferencia de goles, es decir, Millonarios tenía que ganar por cuatro o más goles. Luego del cambio repentino, le valía una victoria a los azules para llevar esto a un tercer partido de dos tiempos de 15 minutos el cual se efectuaría tan solo media hora más tarde del segundo partido. Una locura completa.

Millonarios ganó 3-1 el primer partido de la noche, por lo que ambos, sorprendidos, se prepararon para jugar el tercer juego definitivo.

Cuando corrían catorce minutos del periodo inicial Javier Tamayo marcó un gol para los embajadores el cual le daba el título momentáneo. Poco después vino una fuerte falta de Dulio Miranda sobre Willington Ortiz que le causo la roja al barranquillero. Casi de inmediato una salvajada de Bonifacio Martínez sobre el mismo Ortiz hizo explotar los ánimos de todos. Empujones, insultos, agarrones provocaron que el árbitro suspendiera el partido.

Cada equipo, sin saber que iba a pasar, dio su respectiva vuelta olímpica en El Campín, esperando el veredicto final que, con el reglamente modificado el día anterior, era para Millonarios.

La Dimayor no sabía qué hacer y, aunque suene ridículo, decidió que lo mejor era hacer un sorteo. Sí, así es, el 29 de julio Colombia vio por televisión nacional el sorteo del título del Apertura de 1976 que finalmente fue para el equipo rojiblanco.

Esto me pone a pensar que si ellos son la máxima autoridad del fútbol colombiano, ¿Qué se puede esperar del resto?

sábado, 20 de octubre de 2012

Con la mano de DT


Colombia ganó y cada vez está más cerca, ya lo sabemos. El público está cada vez más emocionado y compenetrado, también lo sabemos.
Los jugadores están en un gran nivel en sus clubes, no hay duda. Asimismo, contamos con el mejor delantero en la actualidad. Pero esto también lo había al principio de las eliminatorias ¿Qué fue lo que cambió?
Un hombre que no es colombiano le dio un giro de 180 grados a la selección. Ya todos lo sabemos, pero no está de más decir su nombre: José Néstor Pékerman.
Pékerman no se asustó, sabía a dónde llegaba. Puso sus condiciones, sabía que se metía en un ambiente muy complicado: el equipo jugando mal, un país que no ha logrado ir a un mundial desde Francia 98 y que su primer técnico había sido despedido por la presión mediática luego de un incidente con una mujer. Varias escenarios hicieron que estuviera en el ojo del huracán desde el principio, pero logró salir de ahí.
Venía de dirigir varios equipos juveniles y aun mejor, fue campeón tres veces como técnico de la selección sub 20 de su país. De igual manera llevó a esa selección a otra cita orbital, y a otras dos al equipo sub 17 y por último, fue el encargado de conducir a la selección mayor en mitad de la eliminatoria y en Alemania 2006.
Creo que por eso lo trajeron, Colombia tiene ahora mismo la mejor generación de su historia, con muchos jugadores jóvenes, y creyeron que Pékerman, con su experiencia en selecciones juveniles, iba a saber cómo llevarlos. Decisión acertada.
Las cosas no comenzaron bien, pero luego de los últimos tres partidos le devolvieron más que la esperanza a los colombianos.
Logró poner a nuestro goleador en la posición que era. Le dio la confianza a Teo que necesitaba. Llamó a Macnelly a pesar de que decían que no estaba en su nivel. Convocó a Valencia quien era un desconocido para muchos y resultó siendo figura. Escogió a Barranquilla como sede cuando muchos pedían Bogotá. Además, siempre ha acertado en los cambios. Es decir, no le tiembla la mano para tomar decisiones importantes.
Ese es él, José Pékerman. Desde ya lo piden para presidente, lo erigieron como un superhéroe, y no es para menos. En un país donde el fútbol es tan importante, el que a tantos millones de personas les de algo para alegrarse dentro de tantos problemas, es para honrar.

domingo, 14 de octubre de 2012

El Arquero


Siempre me pregunte por qué alguien escoge ser arquero, exceptuando a los que son de la misma especie, esos que son hijos de los kamikazes del fútbol. Hay muchas personas que tienen las cualidades, pero prefieren ser delanteros o alguna otra posición. Una vez le pregunte a un amigo y me dijo “nunca pensé, el destino me escogió”. Seguramente se dio cuenta de que era malo con los pies (comprobado con el tiempo) pero quería jugar fútbol. Porque seamos sinceros ¿a quién le gusta de niño recibir balonazos en los recreos, o ser el más odiado entre los amigos cuando le hacen un gol bobo?

Es raro ver a alguien que jugó en una posición distinta a la de guardameta durante casi toda su vida, que en mitad de esta se ponga bajo los tres palos. Normalmente se es cancerbero desde que se está en la primaria o principio de secundaria. En esa edad los niños son extremadamente crueles, y el arco está destinado al más gordo del curso o al que usa gafas.

Rodillas y codos raspados. Camiseta totalmente sucia. Cara llena de polvo. Esas son las características del cuida vallas, a algo que le tocará acostumbrarse el resto de la vida. Pero no solo a eso. Le tocará acostumbrarse a tener una relación de amor y odio con el público. El goleador erra un gol y después tiene más chances. El arquero se equivoca, le hacen un gol y ni te cuento.

Está siempre de último, solo, protegiendo para que en un rectángulo de 7.32 x 2.44 metros no entre una esfera de entre 68 y 70 centímetros de circunferencia. Ahí nos encontramos con su lugar sagrado, ese que a veces lo usan como pared de fusilamiento. Desde los once metros se coloca un balón para que venga un tipo con la intención de matarlo, figurativamente hablando.

No creo que haya algo más bonito en un partido que el gol, así que tomando lo dicho anteriormente como cierto, podemos considerar al cancerbero como un anti-fútbol, ya que su misión es evitar la máxima alegría de un partido. Rara vez (exceptuando los Cenis, Chilaverts, Higuitas) un guardameta hace un gol. Rara vez un portero experimenta esa deliciosa sensación de poder patear al arco, ver como se infla la red y salir corriendo a celebrar con sus compañeros e hinchas, y saber que todos ellos están saltando y gritando por él. Algunos podrán decir que al tapar un penal es lo mismo, pero no creo. Nadie grita tanto un penal como un gol, a no ser que sea en el último minuto y les este dando un título.

Muchas veces le toca celebrar solo, lejos de los abrazos, de los alaridos, de las miradas. En su soledad se exalta, se agarra de las mallas, se guinda del horizontal, aplaude y grita pero nadie lo escucha. Hay algunos, que aburridos de esperar un abrazo en ese aislamiento, que cansados de no poder darlo en esos momentos, se recorren a gran velocidad 70, 80, 90 o 100 metros para poder compartir con sus compañeros.

Ya sé que he dicho que están en soledad, pero no creo que exista peor desierto que entrar a su casa alquilada, esa que está siempre a su espalda, esa de donde son perros guardianes, donde tratan de no dejar entrar a nadie ni a nada, y tener que sacar al balón de ahí. Esos dos o cuatro pasos que dan encerrados entre la malla y el aire, en donde les toca agacharse aceptando la caída de su castillo, para luego darle una patada a esa pelota. Sí, a esa maldita pelota que tantos problemas les ha causado. Esa que les pica mal, que se les escurre entre las manos, a la que piensa que pueden alcanzar pero los sobrepasa, a la que se les pasa por entre las piernas. Sí, a esa, a la pecosa. Con ella descargan su soledad.

El arquero casi siempre es figura o villano, extraña vez es un “normal” del partido. Puede usar las manos, pero no por eso es la posición más fácil, al contrario, para mí es la más difícil. Usan un color diferente al resto para poder distinguirse, para que la gente sepa con precisión quien es el de las atajadas salvadores o el de los errores.

Ellos no pueden espabilar. Ellos no pueden dudar. Ellos no pueden tener miedo. Ellos tienen que ser rápidos, ágiles  con reflejos e intimidar a los rivales. Sí, ellos, los gorditos y los de las gafas. Los que mandaban al destierro del arco por su aparente nula habilidad para el fútbol. Esos son los que se erigen como salvadores muchas veces, que sacan manos de donde no hay para proteger su cabaña, que se convierten en los guardianes del equipo, que están siempre allá atrás para componer los errores de sus compañeros, que dan literalmente la cara por ellos. A esos. A los gorditos y los de las gafas, son los que mandan a ocupar la posición más difícil e importante del fútbol.

jueves, 11 de octubre de 2012

Estadísticas entre Colombia - Paraguay

La selección Colombia jugará este viernes en Barranquilla ante Paraguay por la fecha #9 de las eliminatorias al mundial de Brasil 2014. Los dirigidos por José Pékerman vienen de ganarle a Uruguay y Chile con un buen juego y están 2° en la tabla de clasificación. Este va a ser el enfrentamiento numero 40 entre ambos seleccionados. El historial favorece a los guaraníes, tanto en el total como en partidos por eliminatorias estando de local o de visitante. La única estadística favorable para los nuestros son los amistosos y los partidos en Barranquilla, donde Colombia no conoce la derrota ante los paraguayos.

- Este será el partido número 491 de la selección Colombia: 186 victorias, 132 empates y 172 derrotas.

- El primer juego entre Colombia y Paraguay se jugó el 20 de enero de 1947 en la Copa América que se desarrolló en Guayaquil, Ecuador. El resultado fue de 2-0 a favor de Paraguay con doblete de Juan Bautista Villalba. Era el vigésimo sexto partido en la historia de la selección Colombia y para ese entonces el fútbol en el país no era profesional todavía.

- En total, Colombia y Paraguay han jugado 39 partidos, con 15 victorias cafeteras, 7 empates y 17 triunfos guaraníes. La tricolor ha convertido 44 goles, mientras que la albirroja ha marcado 47, lo cual genera una diferencia de goles de -3 a los nuestros.

- El último partido entre Colombia y Paraguay se efectuó en Asunción el 14 de octubre del 2009 por las eliminatorias al mundial de Sudáfrica 2010 y fue una victoria colombiana por 2-0 con goles de Adrián Ramos y Hugo Rodallega. Repiten convocatoria de ese partido David Ospina, Cristian Zapata, Pablo Armero, Freddy Guarín, Radamel Falcao, Jackson Martínez y Teófilo Gutíerrez.

- El último partido entre Colombia y Paraguay en el país fue el 11 de octubre del 2008 en Bogotá y fue victoria guaraní por 1-0 con gol de Salvador Cabañas. Repiten convocatoria de ese partido Mario Yepes, Pablo Armero, Freddy Guarín y Juan Camilo Zuñiga.

- La última vez que Paraguay visitó Barranquilla fue el 9 de octubre del 2004. Ese día empataron 1-1 con goles de Freddy Grisales y Diego Gavilán. Para ese juego Mario Yepes fue titular mientras que Faryd Mondragón estuvo en el banco de suplentes.

- Partidos vs Paraguay (amistosos y oficiales): 15 victorias, 7 empates y 17 derrotas. 44 goles a favor y 47 en contra. Diferencia de -3 goles.

- Partidos por eliminatorias vs Paraguay: 6 victorias, 4 empates y 10 derrotas. 20 goles a favor y 25 goles en contra. Diferencia de -5 goles.

- Partidos por eliminatorias vs Paraguay en Colombia: 3 victorias, 2 empates y 5 derrotas. 8 goles a favor y 11 goles en contra. Diferencia de -3 goles.

- Partidos por eliminatorias vs Paraguay en Barranquilla: 2 victorias y 2 empates. 4 goles a favor y 2 goles en contra. Diferencia de +2 goles.

- Partidos oficiales vs Paraguay: 9 victorias, 5 empates y 15 derrotas. 28 goles a favor y 40 goles en contra. Diferencia de -12 goles.

- Partidos oficiales de la selección Colombia en Barranquilla: 26 victorias, 5 empates, 6 derrotas. 75 goles a favor, 23 goles en contra. +52 en diferencia de goles.


- Partidos amistosos de la selección Colombia en Barranquilla: 2 victorias. 4 goles a favor, 1 gol en contra.  + 3 en diferencia de goles.

- Partidos de la selección Colombia en Barranquilla por eliminatorias: 17 victorias, 5 empates, 6 derrotas. 50 goles a favor, 16 goles en contra. +34 en diferencia de goles.

- La última vez que Colombia le ganó a Paraguay en Barranquilla fue el 24 de abril de 1996 para las eliminatorias del mundial de Francia 1998, al último que logramos ir. Ese día la tricolor ganó 1-0 con gol de Faustino Asprilla. El arquero titular colombiano para ese partido fue... ¡Faryd Mondragón!, convocado para el juego de mañana.

martes, 9 de octubre de 2012

Tragedias en el fútbol (IV)



Estaba por disputarse la final de la Copa de Europa entre dos de los mejores equipos de ese continente: Liverpool y Juventus. El estadio de Heysel estaba lleno a reventar, y lo que estaba dispuesto a ser un espectáculo, terminó en tragedias.
El equipo inglés llegaba a este partido como el actual campeón del certamen, mientras los italianos eran los monarcas de la Recopa de Europa, eran la base de la Italia campeona del 82 y tenían al mejor jugador del continente en ese momento: Michel Platini.
Además, unos meses atrás los dos equipos se enfrentaron por la Supercopa. La Juventus, por esas cosas de la vida (solo se jugó el partido de ida), fue campeón y los hinchas del Liverpool quedaron con la "rasquiñita".
Para esa época estaba en crecimiento el hooliganismo, que ya había traspasado fronteras y los organizadores no supieron cómo manejar esta situación.
La distribución de puestos para los hinchas de los equipos y los neutrales fue perfecta… en el papel.
Una hora antes del comienzo del encuentro hinchas de la Juventus y del Liverpool estaban unos al lado del otro, y esto desencadenó en una masacre.
Los hooligans ingleses se lanzaron en busca de los italianos que se encontraban en la zona aledaña pero que era la misma tribuna. Los italianos comenzaron a correr, pero se encontraron con las vallas y los muros del estadio, por lo que se quedaron aprisionados. Muchas personas en otras zonas del estadio comenzaron a saltar al campo de juego con palos y demás para intentar ayudar a los que se encontraban atrapados.
Esto provocó que la seguridad cerrara las puertas de acceso en esa parte para evitar que más seguidores se unieran a la trifulca. Pero esto también evitó que los hinchas que estaban siendo golpeados salieran de la tribuna, provocando asfixia y aplastamiento. Algunos se salvaron, pero hubo 39 víctimas fatales y más de 600 heridos.
Los brillantes organizadores creyeron que era mejor jugar el partido ya que la suspensión de este podía desencadenar una trifulca aun mayor. Los seguidores podían ver los cuerpos sin vida al lado del estadio. Un acto que se reprochó en todo el mundo.
Esta tragedia repercutió gravemente en la liga inglesa y también en el fútbol mundial. Aunque por números no fue la tragedia más grande del fútbol, sí fue la más mediática de todas y ayudó al exterminio del hooliganismo.

martes, 2 de octubre de 2012

No son solo dos estrellas


Hace unos días el presidente de Millonarios tuvo la brillante idea de decir a la luz pública que estaban pensando en devolver las estrellas de 1987 y 1988, manchadas con sangre de narcotráfico.
No critico lo que quiere hacer, pero sí le reprocho el hecho de decirlo a todo el mundo, para generar la controversia que ha causado en los últimos días. "Que tu mano derecha no sepa lo que hizo la izquierda" diría La Biblia.
La nueva dirigencia del cuadro embajador en cabeza de Felipe Gaitán creyó que esto iba a generar solo flores, pero se equivocaron.
Y es que aunque la idea es buena, la de limpiar la imagen no solo del club sino del país tras esa época de terror, hay muchos que niegan o le restan importancia al hecho de que José Gonzalo Rodríguez Gacha estuviera involucrado con Millonarios.
Los primeros en saltar fueron obviamente los participes de la consecución de esas estrellas, aduciendo a que ellos las ganaron justamente. Los hinchas tampoco se aguantaron la rabia de que les quieran quitar los títulos. Casi que los únicos que apoyan esta iniciativa son los políticos, pero es que si ellos se negaran a esto dañarían su nombre.
Realmente me parece algo admirable lo que hace el señor Gaitán. De pronto el no ser hincha del club me hace ver con otros ojos y analizar la situación. Este es un nuevo Millonarios y los directivos quieren arreglar todo lo malo de los anteriores manejos, hacer las cosas bien esta vez y ganarse todo limpiamente.
Pero ahí vienen las comparaciones ¿Y los otros equipos que también tienen su historia manchada por el narcotráfico? Es vox populi que el América de Cali y el Atlético Nacional se beneficiaron y mucho en la década de los ochentas. Es más, ambos escribieron la parte más grande de sus historias en esos años. ¿Ellos también devolverían todos esos títulos?
Y qué me dicen del resto de eventos, como la muerte de Andrés Escobar, la del árbitro Álvaro Ortega, penales sospechosos, goles inventados, compra de árbitros nacionales e internacionales, secuestros, resultados sospechosos y demás que se vivió en esa época.
Hay muchas cosas que pasaron en el fútbol colombiano que no se podrán arreglar, pero por alguna parte hay que empezar. Y aunque no todo lo que brilla es oro, la transparencia que trata de lograr Millonarios debe ser un reflejo para el resto de clubes en el país.