sábado, 24 de diciembre de 2011

La Travesía del Junior Campeón

Un torneo épicamente heroico. Así se puede definir este título del Junior porque fue un campeonato donde empezaron mal, perdiendo en el Metropolitano por 0-3 en el clásico costeño, porque en la tercera fecha se fue su técnico, porque en los tres partidos de semifinales remó contra la corriente, porque jugó contra todo un país, contra toda la prensa. Sufrió, pero ese es mi Junior, nos tiene acostumbrados a hacerlo de esa manera, y gracias a eso, es que disfrutamos más esta séptima estrella.

A Cheché lo invitaron a tomar el timón de este barco debido a la prematura partida de Jorge Luis Pinto a dirigir a la selección de Costa Rica y no lo dudó. Tras la derrota ante el Real Cartagena, un 0-0 en Tolima y un 4-0 de locales ante el Quindío apareció José Eugenio Hernández y con él, el Junior logró una identidad. Salía en todas las canchas del país con el mismo esquema y la idea de ganar, y gracias a él logramos romper una racha de 26 partidos sin conocer la victoria como visitante. Se estrenó en Pereira, y fue triunfo tiburón con doblete de Cortés (1-2). Ese fue el primer partido en donde al rojiblanco le toco remontar un partido, una acción que se iba a convertir en costumbre a lo largo del campeonato, y que lo llevó a lograr una gesta extraordinaria. Luego vino Nacional quien logró sacar un punto del Metropolitano tras comenzar ganando. Se viajó a tierras antioqueñas, más precisamente al Polideportivo Sur para enfrentarse al Envigado. Los naranjas doblegaron al Junior por 2-0 y sembraron dudas en las toldas rojiblancas. Unas dudas que se iban a despejar cinco días después, cuando el Junior recibió a la Equidad y lo goleó por 3-0.


Ese día comenzó una racha de nueve partidos sin perder hasta que Cheché pensó que para Tunja era mejor llevar un equipo alterno. En ese período se le ganó al América en Cali con un solitario gol de Carlos Bacca que dejó al Junior como puntero. Luego visitaron la heroica, en donde Sherman abrió la cuenta pero les convirtieron un gol sobre la hora para poner el 1-1. Santa Fe arañó un punto de Barranquilla en la última jugada después de un gran partido que terminó 3-3. Empate a cero fue el resultado con Itagüí en un aburridísimo partido en el coloso de la ciudadela. Visitaron Neiva para jugar con el Huila, equipo al que derrotaron 2-3 para retomar el liderato. Un empate a dos como local con el Cúcuta (último en ese momento) siguieron alimentando las dudas que había entorno al equipo en sus participaciones como local. Viajó a Manizales, a visitar a su bestia blanca de las finales, en donde tiró de cantera para remontar el partido y con goles de Norvey Orozco y Jossymar Gómez ganó 1-2 después de estar más de 40 minutos con un hombre menos por la expulsión de Amaya. Le llegó el turno al DIM, que visitó Barranquilla y comenzó ganando, pero los curramberos le dieron vuelta en un partidazo que terminó 4-3 y en el que se recuerda el penal a lo Panenka de Bacca. Cuatro días después visitó al Chicó y cayó 3-0 en un desastroso partido con una nomina plagada de suplentes. Ese día perdió la punta. Volvieron a casa y con un 2-0 al Cali gracias a un doblete de Ruiz (sí, escuchó bien, Ruiz) retomó al primer lugar y se aseguró de una vez por todas la clasificación. La última fecha fue de trámite, y en Bogotá empató 0-0 con Millonarios, un punto que le permitió finalizar primero en el todos contra todos.


En los cuartos de final le toco el equipo de Tunja. En el primer juego en la capital boyacense el partido fue interrumpido luego del primer tiempo ya que un juez de línea fue golpeado con "una esquirla de pólvora". Sorpresivamente (o ni tanto) la Dimayor decidió solo darle un punto al Junior y no darle ninguno al conjunto ajedrezado, cuando todos pensaban (y ha debido ser) que los curramberos ganarían 3-0. En Barranquilla el conjunto local se vio con un 2-0 en contra a término de la primera parte, pero con más corazón que juego en el segundo tiempo logró empatarlo con gol de Bacca y el señor golazo de Vladimir Hernández que les sirvieron para avanzar a las semifinales, en donde Millonarios era su próxima cita.


En la ida el conjunto tiburón jugó su peor partido del torneo. Fue aplastado y cayó por 3-0 en una noche en la que el resultado pudo ser aún mayor si no es por la falta de puntería del cuadro embajador. En la capital ya veían a los azules como finalistas, con ese marcador (y con la serie de la Copa Colombia como fundamento) les parecía imposible no pasar de ronda y soñaban con una final cachaca. Pero no está muerto quien aún respira, y el Junior, molesto porque lo querían poner en K.O. antes del segundo combate, salió a devorarse la cancha. "Sí Se Puede" fue la frase más pronunciada durante los días previos al partido. De todas partes salían voces de aliento para Tu Papá y en gran parte gracias a eso, en Barranquilla logró ganar 3-0 con anotaciones de Juan David Valencia, Vladimir Hernández y ese gol de G10 que todos gritamos con el alma. Se alargó la serie hasta el punto del penal y aquí se erigió la figura de Viera, quien en el primer cobro a cargo de Mayer Candelo logró taparlo y así, convertir la tanda en un trámite que Bacca finalizó. Personalmente, fue la noche más hermosa que el fútbol me ha brindado. Bogotá lloraba y Barranquilla reía. Me gustaría saber que habrá dicho Meluk, el mismo periodista de El Tiempo que tildó al Junior de ser un equipo de mancos y de muertos, luego del partido.


Llegó la final, Once Caldas otra vez. El conjunto manizalita le arrebató dos títulos a los junioristas en el 2003 y 2009. Era la oportunidad perfecta para desquitarse. La serie se abrió en el Metropolitano, pero no todo comenzó como se esperaba. El blanco blanco se fue adelante en el marcador y tenía el partido 0-2 a su favor. Antes de finalizar el primer tiempo Bacca logró descontar de penal. Para el segundo tiempo el Junior salio con todo, y logro una vez mas darle la vuelta al partido. 3-2 fue el resultado final que los rojiblancos se llevaron para el segundo cotejo. Manizales era la última escala en busca del título. En el juego decisivo el árbitro Wilmer Roldán y sus asistentes tuvieron una actuación deplorable que casi les cuesta el título a los barranquilleros. Muchos fuera de lugares no pitados de los delanteros del Once Caldas (uno de esos provocó el tiro de esquina previo al primer gol), un fuera de lugar inexistente de Vladimir Hernández que privó al Junior de abrir el marcador, y en la última jugada quiso pitar un penal a favor de los locales, pero el juez de línea (en la única buena) había alzado la bandera indicando que la jugada ya estaba imposibilitada. Un 2-1 a favor de los dirigidos por Pompilio Páez llevó otra vez a la tanda de penales, una tanda que hubiera sido imposible si no fuera por las espectaculares atajadas de “San Viera”. Aquí apareció otra vez el ángel del arco, quien le detuvo el penal a John Freddy Pajoy, uno de sus verdugos en el partido, para poner arriba a su equipo en la tanda. Finalmente Guillermo Beltrán (el otro que le vulnero la valla durante los 90 minutos) la estrelló en el vertical para que se pudiera gritar la tan anhelada frase: "JUNIOR CAMPEÓN”

lunes, 19 de diciembre de 2011

Estadísticas Para Final Junior - Once Caldas

Estadísticas de las finales del fútbol colombiano desde que existen torneos cortos (2002). Se han disputado 19 campeonatos sin contar el de este año y solo cinco equipos que han quedado primeros en el todos contra todos han logrado alzar el título al final del torneo. Eso equivale a que cada cuatro torneos (redondeando, exactamente seria cada 3.8 torneos) el equipo que termina líder antes de las semifinales es el campeón. El último que logró esto fue el DIM en la Liga Postobón 2009-II. Desde la fecha han pasado cuatro torneos, así que, para los supersticiosos y los que se fijan en las estadísticas, el Junior debería cantar victoria el 21 de diciembre. En el fútbol colombiano nunca el equipo que haya marcado tres goles exactos en alguno de los dos partidos ha perdido la final. Un equipo con menos estrellas nunca ha podido remontar una final del fútbol colombiano tras perder el primer partido y un onceno costeño no sabe lo que es que le remonten una final.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Un miércoles 14 de diciembre

Increíble. Sorprendente. Heroico. Magnífico. Épico. Perfecto. Inmenso. Supercalifragilisticoexpialidoso. Los adjetivos no alcanzan para poder encerrar en una sola palabra lo que se vivió ese miércoles 14 de diciembre del 2011. Una noche mágica, de esas que suceden nada mas en los sueños de los más optimistas, esas que uno no se puede perder, que pasan una vez cada mil años. Bueno, eso se vivió ayer 14 de diciembre de 2011 en el estadio Metropolitano. El destino (y el mal juego en Bogotá) puso al Junior en una batalla de David contra Goliat, o en un dicho mas coloquial, en una pelea de tigre con burro amarrado. El 3-0 en la ida a muchos los hacía presagiar lo peor. En Barranquilla muchos decían que los rojiblancos podían, pero por dentro no le tenían ni la más mínima fe. En la capital del país todo era fiesta, los medios bogotanos ya pintaban a Millonarios en la final y estaban más que seguros de ver una final cachaca. Pero hay un dicho muy cierto que dice que el que ríe de último, ríe mejor. Y eso fue lo que sucedió.



Durante los tres días antes del partido se sintió el apoyo al equipo. La reina del carnaval visitó el entrenamiento tiburón y les traspasó a los jugadores el sentimiento y pensamiento de los hinchas. El hashtag de “sí se puede” inundó twitter, tanto que El Heraldo puso como noticia más importante en la tapa del periódico de ese día la frase motivacional creada por el público barranquillero. A la hora de salir hacia el coloso de la ciudadela la fanaticada juniorista estaba esperando al equipo a las afueras de su hotel, para darle su voz de aliento, y decirles que no sólo toda una ciudad, sino toda una región estaban con ellos. La circunvalar tenía más camisetas de franjas rojas y blancas que “zapaticos” en toda la ciudad. Ya en el estadio (que no estaba repleto pero si con una gran cantidad de seguidores) el público se hizo sentir mucho antes del comienzo del partido. "Sí se puede, sí se puede, sí se puede" coreaban una y otra vez las (creo yo) más de 30 mil gargantas dentro del estadio. Un grito que se escuchó durante los 90 minutos de juego y en la tanda de penales. Una hinchada de 10, que llevaría al Junior a tocar el cielo con las manos.


En el juego no todo empezó como se esperaba. Un remate embajador que se estrelló en el palo empezando el partido nos hizo ver que iba a ser muy difícil, y como siempre, como buenos hinchas del Junior, íbamos a sufrir hasta la última jugada. Pero llegó el primer estallido de alegría a los 14 minutos, cuando Juan David Valencia con un tiro libre magistral dejó parado a Ramos y puso el 1-0. La siguiente explosión de jubilo se produjo 13 minutos después, cuando “la pulga” Hernández se convirtió otra vez en un gigante y se tiró en palomita para conectar un cabezazo perfecto. Así se fueron al entretiempo, con una fanaticada que aplaudió a los guerreros tiburones hasta que entraron todos al vestuario. Pero todavía faltaba algo para que la locura colectiva fuera completa. Y llegó al minuto 65 con una genialidad de G10, que en una baldosa dejó pasar como carrito de paleta en bajada a Lewis Ochoa, pensó, analizó y decidió que la mejor opción era definir por entre las piernas de Nelson Ramos. La bola entró lentamente, acción que detuvo millones de corazones, los cuales un segundo después estaban palpitando a mil. El capitán, el ídolo del Junior llevaba al equipo a los penales, y cumplía lo que para muchos era imposible, ganarle a Millonarios 3-0.




En los disparos desde los doce pasos sólo fue necesario que Sebastián Viera le detuviera el primer cobro a Mayer Candelo para que las tribunas fueran una fiesta. Luego todos se convirtieron, aunque Víctor Cortés puso a sufrir a más de uno con su disparo, el cual el arquero alcanzo a manotear. Llegó el turno del goleador, de Bacca, que con un remate a la base del palo culminó la faena.




La ciudad era un carnaval. Un miércoles 14 de diciembre Barranquilla estaba de fiesta. Nadie estaba en su casa, todos celebraban en la calle. Eso fue gracias a la victoria del Junior. Victoria que en parte, se debe al aliento de los hinchas, esos que están en las buenas y en las malas, esa afición que sufre, llora, grita y apoya siempre a su equipo. Esa afición juniorista que está repartida por el mundo. Así que a todos nosotros (sí, me incluyo) ¡GRACIAS TOTALES!

domingo, 11 de diciembre de 2011

El Clásico Español

Se acabó un nuevo capítulo de El Clásico, ese mismo que paraliza al mundo. Un evento deportivo nada más superado por la final del mundial y los juegos olímpicos. Un partido que llega a todos los países. Un derby entre los dos mejores clubes del mundo en la actualidad. Un juego en donde se enfrentan los dos mejores jugadores del planeta. Todos los condimentos están en la mesa, pero últimamente alguien siempre se sirve el plato más grande. Y como en los últimos años, el desenlace fue el mismo: ganó el Barcelona. 

Se ha convertido en un derby monótono. El Madrid usa la cartera y el Barca la cantera. Año tras año los merengues hacen varias compras millonarias mientras que los culés suben de las inferiores a varios jugadores y se gastan una cifra mucho menor que la de su rival en algunos retoques. Al final, en promedio de los últimos años, el resultado ha sido el mismo. Desde el 25 de abril del 2004 (último clásico en donde los dos grandes de España al final no ganaron La Liga) al 10 de diciembre del 2011 se han jugado 21 clásicos de los cuales el Barcelona ha ganado once contra cinco del Real Madrid (contando el de la final de la Copa del Rey del 2011 cuando ganó en tiempo extra). Los blaugranas han ganado más de la mitad de estos últimos clásicos, y están nada mas uno abajo en el historial. Pero no es solo que los hayan ganado, sino cómo. Con un fútbol exquisito, hermoso y perfecto que a todo amante del fútbol le encanta ver. Un fútbol total, inigualable, de los cuales podemos recordar el 0-3 en el Bernabeu donde Ronaldinho salió aplaudido, el de la manita o el increíble 2-6 en el coliseo blanco. Pero no todo fue fiesta para los catalanes. Los blancos tuvieron dos temporadas en donde nada más dejaron al Barca probar las mieles del empate, ya que en cuatro partidos solo cedieron una igualdad en donde se recuerdan los dos partidos ganados por los galácticos en la liga del pasillo. De ahí en adelante solo el clásico de la final de la Copa del Rey tuvo color blanco. 

En el último partido alguien quiso más la pelota. La consintió, la sedujo y la trató con respeto. Los locales empezaron presionando con todo y apenas a los 22 segundos ya ganaban 1-0 tras un error grandísimo de Valdés que Benzema aprovechó. El Madrid siguió asfixiando al Barcelona hasta que se le acabó la gasolina y, tras una corrida de espectacular de Messi, Alexis Sanchez definió cruzado para colocar el empate. En el segundo tiempo el Barca hizo lo que mejor sabe hacer: manejar la pelota y no cederla. Bailó a los blancos y se puso arriba tras un remate de Xavi que se desvió en Marcelo. Fàbregas, de cabeza tras una subida de Alves y posterior centro del brasilero, puso el 1-3 definitivo unos minutos después.

Pero no solo el Barcelona ganó, también lo hizo el fútbol. Se ha visto al mejor. Cada vez El Clásico se vuelve más apasionante, porque los madridistas esperan bajar al Barcelona de ese altar en donde esta y los barcelonistas seguir celebrando. La balanza histórica esta igualada, pero la de los últimos años tiene una fuerte inclinación. El Barcelona hoy por hoy es el mejor equipo del mundo, el que más gusta. Es un equipo que quedó grabado en la historia, pero vamos a ver hasta cuando logra seguir escribiéndola.

jueves, 1 de diciembre de 2011

El Nuevo Grande de América

En los últimos cinco años un nuevo equipo le ha dado pelea a los grandes. No es brasilero ni argentino. El país nunca fue una potencia sudamericana. Las clasificaciones a los mundiales del 2002 y 2006 impulsaron su fútbol y mejoraron el nivel de su liga y sus equipos. Para este momento ya debemos saber de quien estamos hablando, pero por si las moscas, me refiero a la Liga Deportiva Universitaria de Quito.

El nuevo siglo no comenzó de la mejor manera. Un último lugar en su grupo de Libertadores y un descenso a la Serie B de Ecuador que no conocía desde hace 27 años. Tras una crisis económica, y de la mano del turco Asad, logró ascender al año siguiente. En su regreso a la primera división la Liga quedo en la 4° posición. Para el 2003 se corona campeón de la liga ecuatoriana con un equipo plagado de jugadores de sus inferiores.  Los universitarios querían demostrar que habían regresado con todo. En la Libertadores 2004 tras avanzar a octavos de final, su técnico, Jorge Fossati, fue llamado para dirigir a la selección uruguaya. No lo dudo y empacó maletas para tierras charrúas. En su reemplazo llegó su compatriota Daniel Carreño. Cayó en esa ronda ante Santos de Brasil por penales y desperdició el 1° lugar del torneo local donde quedó 3°.  En la Sudamericana la ilusión de pelear por el título se le esfumó en semifinales al caer con el sorpresivo Bolivar. En el 2005 se adjudicó el torneo apertura y pasó sin pena ni gloria por los torneos continentales.

En el 2006 pasó algo que marco al club, pero antes de esto se jugó la "Champions" de América. Aquí cayó eliminado en cuartos de final ante Internacional, quien a la postre fue campeón. Como consuelo le queda que fue el único equipo que le ganó al conjunto de Pato en ese torneo (2-1 en Quito). A mitad de este año se contrató como técnico a quien ya es un histórico para la afición: Edgardo "El Patón" Bauza.

En el 2007 a pesar de ver como emigraban sus mejores jugadores tras el buen papel de Ecuador en Alemania 2006, Bauza armó un equipazo que superó claramente a todos sus rivales y se coronó campeón del torneo local de ese año.

Para el 2008 llegó la gloria más grande del club: La Copa Santander Libertadores, la única para un equipo ecuatoriano. En su camino dejó a equipos como San Lorenzo de Almagro, Estudiantes de La Plata, América de México y en la final al Fluminense, a quien derrotó en penales. Este titulo le valió para jugar el Mundial de Clubes, del cual salió sub-campeón tras perder 1-0 ante el Manchester United. Ese día su técnico dijo hasta luego.

Para empezar el 2009 de la mejor manera se coronó campeón de la Recopa Sudamericana al ganarle a Internacional con un global de 4-0. Pero eso no fue lo único de ese año ya que en la Copa Nissan Sudamericana llegaría a la final, donde se encontraría nuevamente con Fluminense, en una repetición de la última final de Libertadores. Tras un 5-1 en la ida, los ecuatorianos tuvieron que sufrir de lo lindo al perder 3-0 la vuelta y coronarse con un 5-4 en el global. El quedarse con este torneo le permite decir ser uno de los únicos cuatro equipos del continente, junto con Boca, Independiente e Internacional, en haber ganado las tres copas (Libertadores, Sudamericana y Recopa).

Para el 2010 vuelve Bauza y Liga, como ya era costumbre, vuelve a ganar. Comenzó con el pie izquierdo al perder la Copa Suruga Bank (campeón de la Sudamericana vs. campeón de Japón) ante el Tokio F.C. Pero como la revancha está a la vuelta de la esquina, le tocaba defender su Recopa Sudamericana ante el monarca de la Libertadores, Estudiantes de La Plata. Un 2-1 en la ida fue suficiente para gritar victoria otra vez y poner el nombre del fútbol ecuatoriano en lo más alto. Pero eso no era todo. En Diciembre, tras una final con Emelec, se se colocó la corona de Ecuador.

Ahora, en este 2011, tras un paso intrascendente en la Libertadores, la otra mitad de la gloria parece ser la frutilla del postre. Llegó a la final tras eliminar a un gran Vélez. Lo espera un gran equipo como lo es la Universidad de Chile. Pero Liga ya conoce lo que es pelear una final. Ha peleado muchas en estos últimos años. Más que Independiente. Más que Boca. Más que River. Más que Peñarol. Más que el América de Cali. Más que Nacional de Montevideo. Más que Sao Paulo. Más que muchos otros grandes del continente. Sí, esa es la Liga de Quito, el nuevo grande de América.