martes, 5 de junio de 2012

No todo lo que brilla es oro


Volvieron las eliminatorias al Mundial 2014 y qué mejor forma de retomarlas que con una victoria en tierras extranjeras. Colombia le ganó a una muy buena selección peruana y se puso en una alentadora quinta posición en la tabla teniendo en cuenta que tiene un partido menos que la mayoría. Pero no es para sacar el carro de bomberos, ya que tras de esta victoria hay cosas para mejorar.


El que haya visto el partido ya lo sabe, y el que no, de seguro se lo contaron: Colombia no mereció ganar. Tuvo suerte en el gol y contó con un David Ospina inspirado que sacó todo. El debut oficial de José Pekerman fue positivo en el sentido que se sacaron tres puntos en condición de visitante, pero el combinado tricolor dejó mucho que desear.


El adiestrador argentino puso en cancha lo que mejor tiene, aunque algunos no le respondieron como debían. Dorlan Pabón no fue productivo en el partido, exceptuando el pase para el gol de James Rodríguez. Estuvo perdido y tuvo que ser excluido del partido y meter a Jackson Martínez, quien apenas entró (al minuto 90) tuvo una oportunidad que de no ser por la desinteligencia del árbitro, debió terminar en gol.


La selección Colombia se ha caracterizado históricamente por el toque y en los últimos años, a pesar de no cosechar triunfos importantes ni clasificaciones mundialistas, esa iniciativa jamás se perdió. El domingo vimos a una Colombia que le tenía miedo al balón. Guarin y James tenían la misión de hilvanar las jugadas. El primero estuvo lento e impreciso. El segundo estuvo sin acompañantes.


Los del toque no estaban en su día y esto provocó que a Falcao no lo surtieran con balones. ¿Cómo es que a tu máxima figura lo dejas tan solo? El tigre solamente tuvo una opción de gol, que fue un poco encontrada. No entiendo como contando con uno de los mejores cabeceadores del mundo se desperdician todos los tiros libres y saques de esquina. Un solo centro para el samario.


Se ganó, que es lo importante, y como dice el dicho, es mejor corregir sobre victorias que sobre derrotas. Pekerman tiene mucho trabajo por delante. Si quiere esconderlo como hizo esta semana que lo haga, siempre y cuando dé resultados positivos. Jugar bonito tal vez no es lo más importante, pero por lo menos que deje una imagen que genere confianza de que sí se puede. Ahora por Ecuador. ¡Vamos Colombia!

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