martes, 24 de enero de 2012

De Santa Marta para el mundo

El ‘Pibe’, Carlos Vives o Gabriel García Márquez son unos de los personajes más ilustres, no solo del Magdalena, pero de toda Colombia. Han puesto al departamento colombiano en el mapa mundial debido a su gran talento que ha cautivado al planeta entero. Pero el samario que hoy en día está en boca de todos, y que lleva en alto la bandera de Colombia es Radamel Falcao García.

El tigre es de esos delanteros de los que el área es su hábitat natural y el gol es su presa favorita. Este fin de semana convirtió su sexta tripleta como profesional y es, después de Messi y Cristiano Ronaldo (quienes deberían estar fuera de concurso), el delantero de moda en Europa. Su fichaje por el Atlético de Madrid revolucionó la liga española, ya que el club colchonero pagó cerca de 40 millones de euros por los servicios del colombiano, quien tenía como obligación hacer olvidar con goles al Kün Agüero, Diego Forlán y Fernando Torres, ídolos rojiblancos. Un jugador que ha dejado huella en todos los equipos donde ha jugado, siendo la selección Colombia su único lunar. Pero la historia del 9 empezó mucho antes.

El 10 de febrero de 1986 en Santa Marta, Colombia, Radamel García padre decidió ponerle a su primogénito su mismo nombre y agregarle el Falcao en honor al histórico jugador de la selección brasileña y de la Roma. Ese día, sin saberlo, nació una figura de nivel mundial.


Su nombre se conoció nacionalmente el 28 de agosto de 1999, fecha en la cual debutó con el ya desaparecido club Lanceros por un partido de la Primera B. Con 13 años estableció un record de precocidad en el fútbol colombiano. El primero de muchos. Un año más tarde marcó su primer gol con este mismo equipo, en la victoria 2-1 sobre el Cóndor. “Gracias a Dios logramos ganar y frente a un público que nos está acompañando bien” fueron las primeras palabras del depredador colombiano.

De aquí pasó a Millonarios, en donde permaneció en las inferiores hasta que decidió emigrar a Argentina, no sin antes desechar una opción del Ajax de Holanda, una de las mejores canteras del mundo. Velez Sarsfield fue su primera escala, en donde no logró mostrar todo su potencial. Caminó unas cuadras hasta llegar a River Plate. En las arcas millonarios lograron ver su poderío y decidieron hacerse con sus servicios. El calendario databa el 2001 como el año en que firmó contrato con el club de la banda cruzada.

Su debut en tierras gauchas se dio cuatro años más tarde, momento en el cual ya había sido campeón del sudamericano sub-20 con la selección Colombia. Tardó seis meses más para consolidarse y el Apertura 2005 fue su despertar, ya que marcó 7 goles en 11 partidos. El tigre comenzaba a rugir. Pero durante la pretemporada siguiente pasó lo peor. Una lesión de ligamentos lo obligó a separarse de la cancha por más de seis meses y cortar su progresión.


Le costó un poco volver, pero a medida que le dieron confianza, este la retribuyó con goles. Fue una época gris para River, pero Falcao, con actuaciones como la de su heroica tripleta ante el Botafogo por la Copa Sudamericana o su gol en el Superclasico, comenzó a ganarse el corazón del hincha millonario. Los rugidos del tigre comenzaron a sonar y muchos equipos europeos trataron de llevárselo, pero los argentinos dijeron que no era el momento. Y acertaron. Poco tiempo después salieron campeones, para ser más exactos, en el Clausura 2008. Vinieron varios torneos con altibajos para la gallina, pero el samario seguía encendido. Para julio del 2009 la banda no pudo retenerlo más y lo vendieron por 5.5 millones de euros al Porto.

Al club luso llegaba con la dura misión de reemplazar a Lisandro López, la cual cumplió y superó con creces. 34 goles en 42 partidos más la supercopa y la copa de Portugal y el botín de oro en esta, fueron los resultados de su primera expedición europea. Muchos se preguntaban ¿tras esta gran temporada, podrá mejorar? La respuesta fue positiva, y de qué manera.


El colombiano marcó en la temporada siguiente 39 goles, incluidos los 17 goles de la Europa League (antigua Copa UEFA) mas otro de la previa de dicha copa. Estos goles además de servir para alzarse con el segundo trofeo continental más importante de Europa, lo colocaron como el goleador histórico en una sola edición de este torneo, superando al gran Jurgen Klinsmann. Los cuatro goles en la ida de las semifinales ante el Villareal y el único gol en la final son muy recordados por los hinchas del Dragão.

Tras un montón de rumores el tigre decidió llevar sus rugidos a España, y convertir el Vicente Calderón en su nueva casa. Se convirtió en el colombiano más caro, el fichaje más costoso del Atlético de Madrid y la venta más jugosa del fútbol portugués (¿Nada mal ah?) A la fecha ya tiene mejores registros que los últimos delanteros del Aleti, y se convirtió en ídolo de la afición, un idilio que espera seguir manteniendo y, como hasta ahora, continuar llevando, con humildad y sencillez, el nombre de Santa Marta y de Colombia en alto.

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