domingo, 8 de enero de 2012

Protagonistas de Novela

El Junior del segundo torneo del 2011 se va a recordar por ser un equipo batallador, que nunca dio una bola por perdida, que nunca se podía dar por muerto, que nos hizo sufrir más que nunca y que nos hizo gritar campeón por séptima vez. En este texto daré una opinión acerca de los jugadores que jugaron con mayor regularidad, pero quiero agradecerle a toda la nomina, desde los que más participación como Viera y Bacca, hasta a los que no vieron un minuto como Delgado o Reyes. A todos ellos, infinitas gracias por esta inmensa alegría, es un torneo que nunca voy a olvidar.


Sebastián Viera: Ídolo. Crack. Literalmente un ángel que llegó a Barranquilla para custodiar la portería rojiblanca y gracias a sus actuaciones se metió a los hinchas en el bolsillo y pudimos celebrar en diciembre. Tuvo errores como cualquier ser humano, pero la cantidad de gritos de gol que ahogó es interminable. Apareció cuando más se le necesitó, y nos ganó una infinidad de puntos ya que la defensa del Junior era muy permeable. Los penales a Mayer y Pajoy, y ese cabezazo que le sacó a Del Valle en la final son acciones que nunca se nos van a olvidar. A ti, eternas gracias.


Anselmo De Almeida: Durante el todos contra todos fue el defensa más regular del Junior. En la serie contra Chicó tuvo un error garrafal, por suerte se pudo remontar. Siempre corría todas las bolas, iba seguro por arriba, despejaba el balón cuando tocaba y sabía jugar por abajo. Generó acciones ofensivas con sus salidas y cabezazos y hasta convirtió un gol.


Andrés Felipe González: Empezó bajo de nivel o falto de ritmo, pero con el pasar de los partidos se fue ganando a pulso a la exigente fanaticada tiburona gracias a sus buenas actuaciones. No es un defensa rápido, pero eso lo contrarresta con su buen posicionamiento, gran anticipo, liderazgo, seguridad y sus quites deslizantes. Fue muy importante en el tramo final del torneo, especialmente en los cuadrangulares.


Braynner García: El bombero del Junior apareció otra vez cuando había que apagar los incendios. Durante el torneo rindió muy bien pero se graduó con honores en el partido contra Chicó por cuartos de final. Entró por Anselmo cuando este se lesionó y sacó absolutamente todo. Por arriba, por abajo, por cualquier parte por donde intentaran ahí estaba Braynner. Sorpresivamente al partido siguiente no jugó, y regresó en la vuelta contra Millonarios para ser un muro impenetrable. Se tuvo confianza y pateó en la tanda de penales para la clasificación a la final, en donde en el partido de ida tuvo un error de anticipo en el segundo gol del Once Caldas, pero de resto muy bien. En el último partido cambió de posición (que raro). Medio de contención, labor en donde pasó el examen.


Jaider Romero: Acepto que siempre que lo veía en la alineación titular sentía miedo. Nunca me generó confianza, una confianza que se ganó con el pasar de los partidos (aunque mi confianza valga tres pesos y a nadie le importe). Rapidísimo, aceptable en defensa, con mucha salida y trescientos pulmones. La palabra cansancio no existe para él, llegaba a la línea de fondo y siempre hacía lo mismo: un mal centro. Esto último siempre ha sido su talón de Aquiles, aunque gracias a Dios contra Chicó lo hizo mal ya que si iba bien dirigido nunca hubiera pegado en la mano del defensor del conjunto ajedrezado.


Juan David Valencia: De lo mejor del Junior en el segundo torneo. Volvió a ser ese defensor del DIM que lo llevó a la selección. Mucha salida, buen toque, excelente pegada en los tiros libres que le valió para hacer varios goles muy importantes. Se demoraba a veces en bajar, pero siempre rindió muy bien. Banqueó por completo a Fawcett.


Luis Narváez: El mejor refuerzo que trajo Pinto. Hace rato no se veía un mediocentro defensivo con tan buen nivel en Barranquilla. Además es alguien de la casa, que quiere la camiseta y la siente. Cada vez que no pudo jugar se sintió mucho la baja. Importantísimo para recuperar y darle salida al equipo. Cumplió su sueño: salir campeón en el equipo de sus amores.


Jossymar Gomez: Otra vez el samario fue de los más rendidores de los rojiblancos. Corre toda la cancha, con una muy buena salida y gran manejo de balón que le sirvió para ser un excelente aliado de G10. Formo una excelente dupla con Narváez en el medio del campo y ya consiguió su segunda estrella con el Junior a pesar de que no pudo estar en la final por una lesión.


José Amaya: Con altibajos a lo largo del torneo, en las finales demostró por qué lo trajeron. Durante el todos contra todos no rindió a buen nivel pero mostró que la experiencia se tiene que ganar, y el ringo le enseñó al país cómo se ganan estos juegos y que esta no es su quinta estrella en vano. Inteligente, calculador, quitó una infinidad de balones y fue fundamental para poder alcanzar un nuevo campeonato.


Vladimir Hernández: La gran revelación de este Junior 2011. El pequeño jugador nacido en Arauca fue una pesadilla para todos los equipos. Con su gambeta complicó a todas las defensas (le cometieron el penal para el primer gol en la final ante Once Caldas) y apareció en los momentos más importantes del equipó. Su golazo al Chicó, el cabezazo contra Millonarios, y el empate transitorio en la final quedaron inmortalizados en la retina de todos los junioristas.


Luis Carlos Ruiz: El samario tiene una historia de amor y odio con el pueblo rojiblanco. Es verdad que muchas veces no toma la mejor decisión en la última puntada, pero no se le puede borrar el sacrificio que tiene. Corre toda la cancha y todo el partido, ayuda en defensa en repetidas ocasiones, y usa la banda derecha como si fuera una autopista. Suda la camiseta más que muchos jugadores. Quiere al equipo que es muy importante y las ganas de mejorar están presentes.


Víctor Cortés: El vallecaucano tenia los dos pies afuera pero no le pudieron encontrar equipo. Le dijeron que no iba a ser tenido en cuenta pero en la tercera fecha Pinto lo utilizó por primera vez e hizo tres goles. Unos días mas tarde hizo otros dos. Fue el segundo goleador de Junior y tuvo buenas actuaciones. En la recta final por necesidad lo pusieron de contención y rindió. No está en sus mejores años, pero ayudo mucho al equipo y ya consiguió su segunda estrella como rojiblanco.


G10vanni Hernández: El ídolo de la afición no defraudó cuando lo necesitamos. No tuvo un buen comienzo de campeonato, se lesionó, pero cuando volvió estuvo intratable. Regresó con la magia que enamoró a todo un continente, esos pases milimétricos, esos enganches que rompen cinturas, que hacen pasar a los defensores como carritos de paleta en bajada, como lo hizo en el golazo para el 3-0 ante Millonarios. A todo esto se le suma el amor por la institución, por la ciudad, por la gente. 35 años pero sigue corriendo como un pelaito. Ayuda en defensa, se tira al piso, juega de cinco si se necesita; todo lo que se le criticaba en la selección lo demuestra ahora. Un crack total.


Carlos Bacca: Para el porteño no hay palabras de agradecimiento que valga. Goleador de la Liga Postobón y Copa Postobón y líder de asistencias de la primera. Ya no es solo un killer, también es alguien que juega para el equipo. Segunda vez que gana la bota de oro de Colombia, al igual que la copera. Le dio muchísimos puntos al Junior y en las semifinales explotó. Gol y pase gol vs Chicó, dos asistencias ante Millonarios y la nada despreciable de tres pases a la red y un "tomá y hacélo" en la gran final. Llegó el momento de su partida, él lo dijo y se lo merece. Muchas veces se le ha caído la posibilidad de ir al exterior, así que ojala esta vez sí se dé. El Junior va a sentir mucho su baja en la Copa Libertadores, pero no pueden privar a Bacca de que abra sus alas. Mucha suerte para él, y espero que no sea un adiós, sino un hasta luego.

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