martes, 3 de julio de 2012

David contra Goliat

No está muerto quien aun pelea. Esa es una de las tantas frases que nos han enseñado a lo largo de los años, y con la que nos encontramos constantemente. Hoy no creo que exista una frase que mejor le encaje al Unión Magdalena. Hoy el Ciclón tiene una cita con la historia, y espera poder demostrarle a la mayoría de colombianos que estaban equivocados.

Hoy es un día importante para todos los samarios, y para muchos costeños que apoyan al cuadro bananero. La mayoría de las personas que siguen el fútbol colombiano dicen que el América de Cali ya es campeón dado que los diablos rojos tiene una de las nominas más fuertes del campeonato, el equipo más sólido en condición de local y fue primero en el Todos Contra Todos. No conciben la idea de que el equipo samario pueda ganar en el Pascual Guerrero, tomando como base la fecha 17, en donde los escarlatas ganaron por 3-0 al Unión.

En el fútbol no hay cosas imposibles, o que lo digan los jugadores uruguayos del Mundial de Brasil 1950, en donde en la final, ante la selección local, con un Maracaná a reventar con 200,000 brasileños, le dieron la vuelta al partido para coronarse campeones.

Sin irnos más lejos, en el diciembre pasado, casi todo el país daba como finalista a Millonarios, tras el contundente 3-0 que le propinó al Junior y soñaban con una “final cachaca”. Creyendo en sí mismos, y en que sí se podía, el cuadro barranquillero logró ganar por el mismo resultado en el partido como local, llevar a la tanda de penales, y clasificarse a pelear por el título.

O como olvidar, cuando en el campeonato de 1968 todos daban por campeón antes de jugar al Deportivo Cali. El Unión dio el batacazo inicial, al ganar en el mismísimo Pascual Guerrero por 1-0. En el Eduardo Santos los azucareros pusieron el partido 0-2, pero el Ciclón sabia que esa era su oportunidad de ser campeón, y no lo desaprovechó. Puso el partido 2-2 y a celebrar Santa Marta.

En el fútbol como en la vida no hay nada escrito. Hay que jugar las cosas, esperar hasta que el árbitro pite para poder celebrar o llorar. Hoy en la noche todos estarán pegados al televisor o a la radio, y esperemos que pasadas las diez de la noche, en toda Santa Marta suene la sirena y el “pitán pitán pitán”

¡Sopla Ciclón!

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