martes, 31 de julio de 2012

Tragedias en el fútbol (III)


8 de Diciembre. 1987. 20:05. Lima, Perú. 
El Alianza Lima llevaba nueve años sin salir campeón del fútbol peruano. La última vez que lo hicieron tenían un plantel exquisito, que fue gran parte de la selección inca que maravilló en Argentina 78. El equipo tenía muchos jugadores jóvenes y se creía que esta era la renovación del fútbol peruano, pero algo salió mal.
Los blanquiazules acababan de ganar como visitante un partido por el torneo liguero. Faltaban tres fechas y los aliancistas marchaban líderes. Pero cuando regresaba a casa en un avión Fokker de la Marina de Guerra del Perú, y estaban a pocos metros del aeropuerto internacional Jorge Chávez, se precipitaron al mar, dejando con vida únicamente al piloto.
43 personas murieron en ese accidente, entre los que se encontraban jugadores, cuerpo técnico, auxiliares, miembros de la barra, árbitros y tripulantes. Es considerada la peor tragedia del fútbol peruano y, hoy en día, no se sabe con exactitud lo que sucedió en ese avión. Alrededor de este accidente giran muchas cosas extrañas.
La primera de todas es que cuando los jugadores anotaron el gol ante Deportivo Pucallpa (ganaron 1-0) que los dejaba líderes, no lo celebraron. Posterior a este fueron al hotel, se bañaron, recogieron sus pertenencias y luego al aeropuerto.
También se habla del avión, ya que no es normal que una entidad militar alquile una aeronave de ellos para que un equipo pueda realizar un vuelo chárter. Además, estos mismos no dejaron que familiares de las víctimas se acercaran a preguntar ni ayudaran en la búsqueda. Los cuerpos fueron llegando arrastrados por el mar.
Por ese entonces en Perú se vivían unos años de mucha violencia. Toda la década del 80 tuvo esa particularidad, experimentando la peor parte a finales de esta.
La Marina estaba involucrada en la mayoría de guerras, en donde mataron y violaron los derechos humanos por todo el país.
Muchas son las versiones que giran en torno a este accidente: drogas, narcotráfico, políticos corruptos, o la del piloto, a quien lo rescataron sin botas y él dijo que se las quitó para poder nadar mejor, pero al encontrar las partes del avión, estas estaban en la cabina, como si de antemano sabía lo que se venía.
Muchas cosas raras, pero lo que sí es seguro es que eran unos jugadores fantásticos, los que no pudieron ganar el título, pero los que sí se fueron "de la victoria a la gloria".

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