miércoles, 23 de noviembre de 2011

La Caída del Emperador

Adriano Leite Ribeiro, o simplemente Adriano, fue uno de los delanteros con mayor potencia que el mundo ha visto. El Emperador, como se le conoció debido a su poderío goleador en Italia en donde durante el Siglo II gobernó su homónimo, era de los atacantes más prominentes del mundo, y un candidato en potencia a ser el balon de oro. Ahora se encuentra en el Corinthians, con más problemas que goles. Precisamente este fin de semana volvio a marcar un gol tras 457 dias (no, no es arquero) y su primer gol en el Timão, equipo por el que firmó en marzo de este año. Adriano, ese jugador letal, que era una bestia en los PES (pedirse al Inter de él e Ibrahimovic era más que trampa), ahora está reducido a un jugador más, un brasilero más que alterna en el banco de suplentes con sus compañeros.

Debutó en el Flamengo en el año 2000. Marcó 8 goles en 27 partidos entre el brasileirao y la Libertadores. Para ese entonces ya había sido campeón del mundo sub-17 con la selección de Brasil y goleador de esa cita orbital. Al año siguiente emigró a Italia, más precisamente al club que lo hizo grande: el Inter de Milan. Pero en su primera instancia nada más duró seis meses, ya que fue cedido a mitad de temporada para que ganara experiencia en la Fiorentina. En la viola jugó 15 partidos donde pudo convertir seis goles. Al finalizar el calcio del 2001/2002 cambió de aires en el país transalpino. El Parma fue su destino. En el conjunto parmesano marcó 26 goles en 44 partidos tras una temporada y media, momento en el que volvió al conjunto neroazzurri, donde finalmente forjaría su historia. 

Antes de empezar su segunda vida milanesa jugó con la canarinha la Copa Confederaciones 2003, en donde pese a que fue una desilusión para el mundo futbolero la tempranera eliminación de Brasil, Adriano marcó dos goles en tres partidos y dejó destellos de su calidad. Para la 03/04 su participación con el Inter fue escasa, pero muy efectiva. En 18 partidos entre la Serie A y la Copa Italia marcó 12 goles. Después se vino el año del destape. 

En la Copa América del 2004, el emperador condujo a los pentacampeones del mundo al título en Perú en donde fue elegido mejor jugador y fue el máximo goleador con siete anotaciones, más del doble de quienes lo secundaron. Para esa temporada Adriano logró con el Inter la nada despreciable suma de 28 goles en 42 partidos. Al finalizar la Serie A viajó a Alemania, para participar en su segunda Copa Confederaciones consecutiva. Aquí siguió con su racha criminal de cara a la portería y, al igual que en la cita continental del año pasado, fue elegido mejor jugador y goleador de la competición y otra vez condujo a Brasil al título en compañía de Ronaldinho y Kaka.


Para la 05/06 su accionar goleador bajó un poco, pero no le impidió coronarse por primera vez de la Serie A (el primero no ganado sobre el escritorio) y la Supercopa de Italia mas su segunda Copa Italia. Pero con los títulos y la fama, empezó la lujuria. Llegó el mundial y Adriano era parte del dream team que la verdeamarelha llevó al país teutón. Pese a esto Brasil se despidió en cuartos de final y El Emperador marcó dos goles en la que hasta la fecha es su única cita mundialista. Comenzó a ganar más prensa por las cosas que hacía fuera de la cancha que por las que hacía en ella. Las fiestas, el alcohol y las mujeres se convirtieron en rutina para su vida y esto le pasó factura.

Para la temporada siguiente, El Emperador ya no era ni una sombra de lo fue, nada más convirtió 6 goles en 30 partidos (12 goles y 15 fechas menos en comparación con el tramo pasado). Según su propio testimonio, la muerte de su padre le provocaba tomar todos los dias y faltar a los entrenamientos o llegar a estos con altos indicios de alcohol. Entre Moratti y Mourinho trataron de ayudarlo infinidad de veces, pero Adriano siempre metía la pata una vez más. Decidieron que la mejor forma de recuperarse era en su país, asi que lo cedieron por unos meses al Sao Paulo para jugar la Copa Libertadores. Con el tricolor llegó hasta los cuartos de final, cayendo eliminado ante el Fluminense y acabando con una buena participación del delantero quien convirtió seis goles en diez partidos. 

Volvió al Inter y a pesar de no ser la bestia que solia ser, tenia un muy buen nivel. Pero después de uno de sus muchos enfrentamientos con Mourinho decidió retirarse temporalmente del fútbol. El 10 de abril del 2009 anunció publicamente esta decisión. Un par de meses atrás había terminado la relación con su novia, quien había podido lograr una estabilidad emocional en él. Tras esto, volvió a la bebida. En su regreso a Brasil se le vio frecuentando fiestas en las favelas y con reconocidos narcotraficantes.

Pero su retiro no fue tan largo, ya que el 6 de mayo del mismo año decidió firmar por el club donde se inició, el Flamengo. Al mejor estilo de los buenos delanteros, re-debutó con gol en el 2-1 vs Atletico Paranense. A este se le suman otros 18 goles que lo llevaron a convertirse en el goleador del brasileirao, el mejor jugador del torneo y llevar al Fla a levantar el título local tras 17 años. Parecía el resurgir de El Emperador que asustó a todo el mundo, y pensó que era el momento de volver a Europa. 

Tras una temporada y media en su tierra regresó al viejo continente de la mano de la Roma. Pero no todo salió como esperaba. Nuevos actos de indisciplina limitaron la participación de Adriano a cinco partidos en poco menos de un año. Rescindió su contrato y volvió a su casa. Al poco tiempo firmó con el Corinthians, recomendado por Ronaldo, precisamente el 25 de marzo. Un contrato con una clausula disciplinaria, algo un poco raro pero viendo de quién se trata, es lo mejor que podrían haber hecho. 

Adriano volvió lesionado. Apenas está regresando de su operación en tendon de aquiles, esta en 102 kilos, pero el olfato lo tiene intacto. En el último partido que enfrentaba a su equipo con el Atlético Mineiro, él, quien lleva la 10 en el Coringão, con un remato cruzado, venció la resistencia visitante al minuto 89 para culminar la remontada y mantener el primer lugar, con dos puntos de ventaja sobre el Vasco Da Gama a dos fechas del final. Ojalá este sea su renacer. El de ese delantero temible que provocaba miedo en los defensores, el que tenía una zurda letal, el que una vez estrelló un balón a 140 km/h en el horizontal. Ese, El Emperador, el que como el fénix espera resurgir de sus cenizas. 








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